viernes, 22 de marzo de 2013

Capítulo 5



-Amor ¿ya estás mejor, sin enojos?- La abrazó evadiendo la pregunta

-Sí, tranquilo tu mami ayudó mucho

-¿dónde andabas hermano? Dejaron  tu novia comiendo sola

-Ah, estaba caminando por ahí viendo paisajes, ya sabes necesito inspiración para la fotografía 

-Pero no llevabas la cámara Roger- Paulina se separó de los brazos de su novio

-No iba a tomar fotos, sólo quería ver

-Bueno como sea, ven siéntate conmigo a comer

-Claro amor

-Los dejo solos, disfruten su comida o lo que sea- Francisco se fue 

-Amor ¿te parece si al rato salimos a cenar juntos?- Propuso Paulina

-Oh claro Pau, oye hablando de salir, tengo algo que decirte

-¿sobre qué?

-Este, bueno le propuse- Hizo una pausa y tomó aire- A Carla que hiciéramos algunas fotos juntos, ya que bueno ahora me conoce y saldremos a tomar un café el sábado

-¿En serio Roger?- Se levantó de la mesa

-Pau, quiero que tú me acompañes y que veas que nuestra relación es sólo para este trabajo

-Pues por mi mejor, así cuido a mi novio

Esa noche salieron a cenar como habían quedado, fue una linda velada, pero a pesar de disfrutar de la compañía de su novia Roger ansiaba que el sábado llegara y así pasaron los días.

-¡Ya voy!- Gritó Carla, se puso un suéter muy ligero y abrió la puerta

-¡Hola!- Se sorprendió al ver a Paulina

-Creo que ni siquiera pudimos presentarnos, soy Paulina Holguín

-Carla Medina ¿ya no hay ningún mal entendido entre nosotros verdad?

-Claro que no todo perfecto- Las chicas se dieron la mano, Roger se sintió mejor y se dirigieron a la cafetería

La tarde se pasó más rápido de lo que imaginaban, no hablaron de las fotos en ningún momento, todo se trataba sobre ellos, querían conocerse, hacer bromas, sonreían a cada instante sin poder evitarlo, Paulina ni siquiera lo notó, se había ido a otra mesa con una de sus amigas de Sonora que hace años no veía y de casualidad se encontró en Monterrey.

-¿amor ya nos vamos?- Paulina regresó a la mesa y no notó nunca la conexión entre su novio y Carla

-Claro Pau, Carla ya vámonos ¿no?- Roger se levantó de la mesa y pagó la cuenta 

-Como ustedes quieran 

Llegaron a la calle donde las casas de ambos se encontraban, Carla entró a su habitación con una enorme sonrisa, recordaba cada palabra, gesto, mirada y sonrisa de Roger no lo podía evitar se reía sola.

-¿qué te sucede Carla? No te puedes estar enamorando, Roger nunca te pareció guapo y apenas lo conoces no seas tonta

-¡Hija baja, te buscan!- El grito de su mamá interrumpió sus pensamientos y bajó a ver quién la buscaba 

-Hola Josefina ¿cómo estás?

-Bien ¿y tú? Te busqué toda la tarde, me dijeron que saliste

-Ah sí, fui a tomar un café con Roger

-¿Roger, mi ex novio?

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